domingo, 13 de diciembre de 2009

RETRATO DE UNA JOVEN


Ella (muchas que me marcaron), suave, sencilla y juiciosas; sus manos no desperdician el trabajo; ella prevé las cosas con anticipación; a todo provee; sabe callar y hablar con lógica, sin apresuramiento; está ocupada a toda hora, a veces pendiente de ciertas cosas y no se encuentra nunca en apuros porque sabe obrar oportunamente. El orden de la casa de su madre es su gloria, por más problemas que tenga; se adorna más con su orden que con sui propia belleza. Aunque de todos tenga cuidado, y esté encargada de corregir, de rehusar, de ahorrar, cosas que hacen detestar a casi todas las mujeres, ella se ha hecho amable a la casa entera; y es porque no se encuentra en ella la pasión; ni terquedad (solo un o poco), ni superficialidad, ni mal humor, como en otras mujeres.
Con solo una mirada se hace entender, y se teme desagradarla, da órdenes precisas; no ordena sino lo que puede cumplirse; reprende con bondad, y , al reprender, alienta.

… Ella es un tesoro digno, siempre en las buenas como en las malas, de ser buscada en tierras lejanas.
Cierto… Pero, felizmente, no siempre hay que ir “a tierras lejanas” para encontrarla. Ninguna mujer puede decir: "yo no podría ser así". Porque al fin, solo se trata de cultivar cualidades propias de toda mujer. Y vale la pena !!
Pues, una joven como a la que aquí describo es la más feliz del mundo ya que de todos se hace querer.

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