Tus lágrimas de mi sed

Como olvidar tus besos
Si me dan de beber
el suave néctar de tus labios.
Como quisiera refugiarme
en tu cuerpo
para ocultarme como
un sospechoso
y poder enredarme
en tu pelo
como un cachorro asustado.
Para acariciar tu rostro
Con lágrimas de seda,
deslizándome entre tus piernas
como una víbora ciega.
Llegando a bordear tu silueta
para encontrar un lugar
cómodo y tibio
y reposarme allí a dormir una siesta.
Despertándome y sentir
tu colmena,
derramando
gotas de miel por mi oreja
y sentir como tus lágrimas
llenan mi medio vaso vacío,
llenando de gracias mi sed.
Mi sed de tus lágrimas,
de tus manos húmedas
que humectan mi piel
que se desvía llegando a la deriva.
Quiero bañarme de tus lágrimas,
guardarlas y tomarlas porque tengo sed.
No es un exceso goce,
sino por una impaciente pena
de necesitar tus lágrimas para mi sed.
Hay una lágrima en el fondo del río
un espejo entre tus manos
un reloj que anda para atrás
esperando al tiempo
que llueva mil lágrimas más.